La semana ha decidido terminar con un calor abrasador. Si lo pensamos fríamente (sí, por favor, fresquito, fresquitoooo), es lo que toca en agosto, pero el cuerpo nunca llega a acostumbrarse a los 40º a la sombra y al fuego que desprende el asfalto.
Por eso para la fotografía de hoy hemos elegido una imagen refrescante que tomamos en nuestras vacaciones.
Por eso y porque siempre nos ha fascinado la manera en que se reflejan los edificios, las personas o, en este caso, los barcos en el agua, a modo de jirones que se mecen en un baile pausado.
¡Feliz viernes!
Ya casi ni me acuerdo del mar...
ResponderEliminarLa fotico es como una realidad distorsionada...
Pues sí, quedan ya muyyyyyy lejanas. :S
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