¡Hola a todos!
Como ya os avisamos de que íbamos a estar un poco desaparecidos estos días, hoy tenemos sesión doble ^.^
Queremos enseñaros el proceso de pintura de una camiseta, en esta ocasión, para chico, un encargo muy concreto para un cumpleañero, fan de la película La princesa prometida, al que querían sorprender sus amigos.
Y queremos mostraros el proceso para que intuyáis el trabajo que conlleva realizarlas. Algo necesario (creemos) para poder valorarlas en su justa medida. Me conciencé de ello especialmente después de visitar estas navidades una tienda de estampación de camisetas. Ver cómo en 2 minutos preparaban un diseño me desmoralizó enormemente. ¿Cómo competir contra eso? ¡Imposible!
Pero confiamos en que siga habiendo gente que prefiera algo hecho manualmente, con la exclusividad y la magia que ello conlleva.
Bueno, ¡a lo que íbamos! ¿Quién se iba a imaginar en qué se iba a convertir esa mancha blanca?
Porque sí, señores, pintar sobre colores oscuros ¡es un engorrooooo! Pero aún así siempre recibimos vuestros encargos con una sonrisa. Una vez conseguido un fondo blanco uniforme, dibujamos la silueta del dibujo con pintura negra. Porque sí, somos así de chulos y pintamos a mano alzada :D
Y con paciencia pintamos todos los detalles del personajes ¡y las letras! ¡Ayyy, qué difíciles son las letras! Pero poquito a poco, todo se consigue.
En el tiempo en que la señorita de la tienda podría haber estampado unas 200 camisetas, nosotros pintamos ésta. Pero os aseguramos que no encontraréis ninguna igual, ni aunque pintáramos otra. Y aunque la cruda realidad insista en que este trabajo no es rentable, lo manual para nosotros sigue siendo una alternativa muy válida, que debe buscar su huequito en el mercado, para marcar la diferencia.
Un abrazo a todos.