El té blanco se cultiva en altas montañas de China y, en realidad, se trata de los brotes del té, que se recoge con cuidado a mano cuando comienza a florecer en primavera y posteriormente se dejan secar al sol para que mantengan sus propiedades.
Entre ellas destaca su poder antioxidante, incluso superior al del té verde (y contiene la mitad de teína). Además, aumenta las defensas, combate el envejecimiento celular, ayuda a prevenir el cáncer, incrementa la capacidad de concentración y memoria, disminuye el colesterol... Vamos, ¡un chollo!
Para este té de apariencia tan delicada, teníamos que crear una taza a medida, y qué mejor que una matrioshka en tonos pastel, combinando el rosa pálido con el azul celeste.
¡Feliz y antioxidante día!
Los chinos nos llevan años de adelanto...
ResponderEliminarNos comen los chinos, nos comen...!, jeje.
A mi me gusta mucho el te blanco. Tu mamushka es preciosa!
ResponderEliminarDesde luego, el té blanco es salud, ¡habrá que tomar más a menudo! ¡Muchas gracias!
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