Tienen varios modelos, pero éste en concreto me enamoró, con sus curvas, su estilo romántico, su color grisáceo...
Menos mal que su precio es algo prohibitivo para mi presupuesto actual, aunque, de todos modos, a ver qué haría yo con un maniquí en casa. Casi tendría que salir de la habitación para poder meterlo, ya tengo suficientes pingos. Pero como soñar es gratis, me imagino colocándolo en una tienda, repleta de cosas bonitas hechas a mano, un lugar que oliera dulce y donde sonara música inspiradora.
Mientras tanto, nos conformaremos con pasear por la tienda y echar volar la imaginación.
La verdad es que es una tienda espectacular. Tienen cosas maravillosas que quieras o no te ayudan a ser feliz. Ésta es una de ellas. Soñar es gratis, eso está claro, pero ¿quién te dice que no puede hacerse realidad?
ResponderEliminarQuién sabe, ¿verdad? Pero, al menos, no creo que a corto plazo. Es que cada vez que lo veo, me gusta más. Se me ha olvidado decir que tiene un hueco en la parte de atrás para poder apoyar lo que sea en la bandeja de la parte inferior. ¡Qué gonitoooooo!
ResponderEliminarEstá claro que soñar es gratis! Tú sigue haciéndolo, que nunca se sabe...
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