El viernes pasado entregamos esta sorpresilla que hacía unos días veníamos preparando a todo correr en ratos sueltos. Hacía bastante que no cosíamos mini-yo, así que lo cogimos con muchas ganas, ¡siempre supone todo un reto! Qué ropa escoger, qué complementos añadir, qué expresión darles... Aunque para ella en principio había pensado otro modelito, más años 50 y de otro tono, al final me decidí por este conjunto de top palabra de honor gris, y falda de encaje sobre raso. A juego con los zapatos (jijiji) y el tocado de lentejuelas grises.
Él también tenía que estar elegante, así que le vestimos con unos pantalones de terciopelo negro, para darle un aire sofisticado y un poco retro y simplemente camisa blanca y corbata negra para rematar el look.
Eso sí, ya dispuestos para subir al escenario, con las baquetas y el micrófono en la mano. Se nota que hay química entre ellos, ¿eh?
Y antes del espectáculo, una sesión de fotos en condiciones. Aquí un primer plano de ella.
Esperamos que os hayan gustado y que sus dueños disfruten mucho de sus versiones en miniatura.
Qué monada!! Me gustan muchísimo, son tan monos...tendré en cuenta los mini-yos para futuras sorpresas, que molan un montón!!
ResponderEliminarBesitos
Ya te lo dije en flickr, ¡son geniales! Y conozco a un muchacho igualito a él :O
ResponderEliminar¿Sí? Jajaja, ¡qué gracia! ¡Vivan los gafapastas!
ResponderEliminarGracias, chicas!