¡Hola a todos!
¡Qué ganas teníamos de compartir con vosotros este post! Paloma y Ana de
Palomanitas y Sonia de
Hay un trasto en mi trastero propusieron en noviembre un intercambio muy especial, porque tenía que estar basado en la película Amélie. La verdad es que no tenía buen recuerdo de experiencias similares, pero estas chicas son unas currantas, unas artistas y muy responsables, así que sabía que no habría ningún problema a ese respecto. Y además la temática me encantaba, así que no lo pude evitar y me apunté a participar.
Luego llegaron las fechas prenavideñas, los agobios de los encargos y el ¿qué hago, qué hago, qué hago? Porque tenían que ser dos regalitos inspirados en la peli. Al final fue esto lo que recibió Marga, mi amiga invisible.
Amélie nos enseña la importancia de los pequeños placeres, el valor de apreciar la belleza de las pequeñas cosas, así que... ¿qué mejor que pintar un mini cuadro para la ocasión? Y no podía ser otro que Almuerzo de remeros, ese lienzo que siempre pintaba el vecino de Amélie, el hombre de cristal.
Eso sí, en un tamaño minúsculo que me hizo sudar de lo lindo.
Aquí la evolución de la pintura.
También quería que estuviera en cierta manera impresa la marca de The yllw line, así que no podía faltar la cerámica pintada. Me decanté por un plato con una selección de diferentes momentos de la película a modo de fotogramas. A Amélie le encanta el sonido de la cuchara rompiendo la Crème Brûlée, el enanito viajero no podía faltar, el momentazo de la reconstrucción de la foto de Amélie disfrazada y el final con el paseo en moto por París que te deja una sonrisa de oreja a oreja.
Y todo envuelto con mucho cariño.
Por supuesto, yo también recibí mis regalitos de parte de Ana que, como por arte de magia, llegaron en el momento en el que más necesitaba un alegrón. Se trataba de un tarro decorado con fresas de golosinas en su interior. Mmmmmm... qué ricassss! ¡Hacía años que no comía de esas fresas! Y el plato fuerte es una lámpara preciosa con un diálogo de la peli y el dibujo de Amélie. Y como una imagen vale más que mil palabras, juzgad por vosotros mismos.
¡Ah! Y todo estaba envuelto en papel pintado a mano. :D
Y, bueno, no me puedo resistir a compartir esta foto que hicimos del rinconcito que tienen en el Café Les deux Molins. 'La lámpara del cerdito es total!
Que tengáis una semana llena de magia.