


Buenos y acatarrados días. Os escribo desde el interior de la cama, en una pelea interna con los virus que se empeñan en subir la temperatura corporal más de lo debido. ¡Ajjjjjj! La culpable fue la preprimavera cruel, que nos puso la miel en los labios y cuando ya andábamos ligeritos de ropa, ¡zasca!, nos trajo de nuevo sin previo aviso el aire, el frío y algo de lluvia, por lo que las defensas cayeron con todo el equipo.
Así que hoy nos tomaremos un obligado día de descanso, que aprovechamos para enseñaros unos pendientes de inspiración romántica, que cosimos utilizando la ya archiconocida puntilla gris, que también aplicamos, por ejemplo, a este broche. ¿Os acordáis?
Sé que la utilizamos mucho, pero no lo puedo evitar, es verla, bullir las ideas y querer aplicarla a todo. Esta vez desmembramos la pobre puntilla y, a modo de puzzle, la fuimos recomponiendo, creando nuevas formas.